Me temo que
Que hay un destino instalado me temo
Que hay cosas que no son para uno me temo
Temo que todos teman a mis palabras
Y al decir “temo” no me asusto… Solo pienso en la soledad de todos
En que la fantasía y ciertos rasgos de vida
Quizás sean privilegio de unos pocos
Y el resto nos sentamos asi
A soñar de noche, a soñar de dia
Con la ilusión de la no experiencia
Con eso que no llega a cuestas.
Y si a veces despertamos es solo por que la realidad nos da ganas
De creer que, finalmente, eso era para nosotros
Y después al ver que no, podemos nadar en bares, trenes y colectivos, en medio de un momento que no viene al caso, con gente que no entiende el naufragio del que ya sabe, del que convive con toneladas de destino y unos gramos de esperanza, del que ignora toneladas por gramos ante ciertos ojos
Cantar para volver a la vida luego
Olvidarse lo necesario para poder necesariamente vivir
Otorgarte esa falta de aire para que la guardes y
saber que finalmente
se me volvera a cerrar la garganta, con el mismo sabor y la misma fuerza
Nunca escuche tanto estando despierta
Nunca senti tanto estando dormida
ensordeci del ruido estridente pero escuche susurros
Elimino una y otra vez las noches cuando hay que ignorar la despreciada tristeza.
En primera persona
Y como testigo
Nunca estar a la altura, me temo
Temeria estar
Temo estar ahí
Y en ese momento…sí, temo que me asusto